Cueva virgen de covadonga

Cueva virgen de covadonga 2021

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El origen de la cueva como lugar de culto es controvertido. Parece haber sido originalmente otro lugar de confluencia del culto pagano (en este caso una fuente y una cueva juntas, consideradas como lugares sagrados) como lo había sido el Wilweorthunga del inglés antiguo, que significa «pozo de culto» en la Prehistoria y aún durante la ocupación del Imperio Romano. La tradición cristiana cuenta que Pelagio, persiguiendo a un criminal, que se había refugiado en la cueva, se encuentra con un ermitaño que estaba venerando a la Virgen María. El ermitaño pidió a Pelagio que perdonara al criminal, ya que éste había recurrido a la protección de la Virgen, y dice que un día él también tendría que buscar refugio en la Cueva.
Las crónicas musulmanas sobre la Batalla de Covadonga dicen que en esta cueva huyeron las fuerzas de Pelagio, alimentándose de las abejas que quedaban en las grietas de la roca. Las crónicas cristianas afirman que la intervención milagrosa de la Virgen María fue crucial en la victoria, repeliendo los ataques contra la cueva.

Wikipedia

Nuestra Señora de Covadonga, también llamada «La Santina», es un título de la Santísima Virgen María y el nombre de un santuario mariano dedicado a ella en Covadonga, Asturias. El santuario, situado en el noroeste de España, adquirió importancia tras la batalla de Covadonga, en torno al año 720, que supuso la primera derrota de los moros durante su invasión de España. Se cree que una estatua de la Virgen María, escondida en una de las cuevas, ayudó milagrosamente a la victoria cristiana.
Covadonga es una región montañosa de la provincia de Asturias, en el extremo noroeste de España. Tras la invasión árabe islámica de España en el año 711, Roderic, el rey cristiano visigodo de España, fue derrotado y muerto en la batalla de Guadalete. La batalla fue decisiva y condujo a la rápida conquista de la mayor parte de la España visigoda.
Los restos de la nobleza visigoda se retiraron a las remotas montañas del norte de España. Según los textos escritos en el norte de Iberia durante el siglo IX, eligieron en el año 718 a un hombre llamado Pelayo, o Pelagio, como su líder. El padre de Pelayo había sido un dignatario de la corte del rey visigodo Égica. Pelayo reunió una banda de guerreros para resistir la invasión islámica. Cuando en el año 722 el comandante árabe de España envió un ejército para eliminar esta resistencia, el ejército cristiano se plantó en un lugar de muchas cuevas conocido como Covadonga.

Nuestra señora de covadonga

El origen de la cueva como lugar de culto es controvertido. Parece haber sido originalmente otro lugar de confluencia del culto pagano, como lo había sido el inglés antiguo Wilweorthunga, que significa «pozo de culto» en la Prehistoria y aún durante la ocupación del Imperio Romano. La tradición cristiana cuenta que Pelagio, persiguiendo a un criminal, que se había refugiado en la cueva, se encuentra con un ermitaño que estaba venerando a la Virgen María. El ermitaño pidió a Pelagio que perdonara al criminal, ya que éste había recurrido a la protección de la Virgen, y dice que un día él también tendría que buscar refugio en la Cueva.
La primera construcción en la Santa Cueva se remonta al reinado de Alfonso I de Asturias, quien, para conmemorar la victoria de Pelagio ante los musulmanes, construyó una capilla dedicada a la Virgen María, que daría lugar a la advocación de la Virgen de Covadonga (conocida popularmente como La Santina). Además del altar dedicado a la Virgen construyó otros dos para San Juan Bautista y San Andrés. Alfonso hizo entrega de esta iglesia a los monjes benedictinos.

Comentarios

Su mejor manifestación es una cueva natural, escenario de la historia, donde se venera una imagen de la Virgen que la sociedad asturiana coronó en sus corazones hace cien años. Precisamente en 2018 se celebró el primer centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga, además del primer centenario de la creación del Parque Nacional de los Picos de Europa y el 1300 aniversario del surgimiento del Reino de Asturias, y coincidiendo con este triple aniversario, se celebró un Año Jubilar Mariano, que permitió ganar el jubileo y ganar la indulgencia plenaria a los miles de peregrinos que llegaron a Covadonga.
La conexión entre Covadonga y la devoción mariana es íntima, aunque podría tratarse de la cristianización de un anterior culto pagano a las aguas o a las divinidades naturales, ciertamente desde la época medieval el lugar ha sido claramente un sitio de devoción a la Virgen María.
Una devoción que tiene sus primeras leyendas en la época de Pelayo y Alfonso I, pero que sin duda, desde finales del siglo XVIII se ha relacionado con el triunfo militar y el culto a la llamada «Virgen de las Batallas». Esto acabó provocando el establecimiento de una comunidad al servicio del santuario y un primer flujo de peregrinos que lo visitaban con devoción, tomándolo la monarquía española bajo su mecenazgo como símbolo material de sus orígenes dinásticos.Sin embargo, aunque fue un lugar de gran importancia devocional e identificable para la región de Asturias -en particular para la zona más occidental-, su gran espaldarazo llegó en el siglo XIX de la mano del obispo Sanz y Forés. Motivado por la revitalización de la devoción mariana decimonónica, durante su episcopado trató de dotar a Covadonga de edificios y necesidades materiales, así como de diferentes favores que solicitó a Roma, como el patronazgo de la región, la existencia de una celebración propia o las indulgencias y jubileos a los que asistieron. Algo que daría nueva vitalidad al santuario y al culto de la Santina, lo que se manifestó mejor en su coronación canónica hace cien años.

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