Juanetes, uñas encarnadas, espolones, quistes, estas son algunas de las patologías que pueden presentar los pies y para las que una cirugía podológica puede resultar importante para corregirlas.

Los pies son una parte del cuerpo que necesita de cuidados y atención especiales. Ellos soportan nuestro peso y marcan el ritmo del movimiento, además que los pies estén en perfecto estado, ayuda a la postura y a evitar lesiones que pueden derivar en problemas más graves de salud.

Todo el mundo debe acudir al podólogo para poder realizar un examen sobre el estado de los pies, igual que se hace de forma regular con otros especialistas.

Gracias a las diferentes pruebas que existen, es posible concluir si hay alguna patología que necesita ser tratada y corregirla tratando de evitar su reaparición en un futuro o si los pies están sanos.

Cuando se necesita una cirugía

Hay algunas enfermedades y afecciones que sufren los pies que, aunque pueden resultar bastante comunes, la realidad es que suelen ser bastante molestas y, algunas, incluso dolorosas.

Estas afecciones pueden necesitar de una cirugía podológica para poder erradicarlas y ayudar a que los pies estén en buen estado.

Claro está, al acudir al podólogo en busca de un tratamiento específico, el primer diagnóstico, a no ser que el problema sea ya muy grave, es intentar dar soluciones menos invasivas que una cirugía.

Pero en caso de ser necesario, el especialista de los pies puede ofrecer una atención personalizada y realizar una cirugía profesional que ayude a solucionar el problema y que los pies puedan seguir cumpliendo con su función sin dolor ni molestias.

Algunas de las afecciones que pueden necesitar de cirugía, son:

  • Las uñas encarnadas.
  • Los juanetes.
  • Que el pie presente quistes o papilomas.
  • Espolones.

Muchos de estos problemas de los pies son bastante conocidos, como los juanetes. Sin embargo, es importante ante la presencia de cualquiera de estas afecciones, acudir al podólogo cuanto antes para que pueda diagnosticarlo y tratarlo de forma profesional.

Los pasos que sigue el podólogo

Cuando un paciente se acerca al podólogo debido a la necesidad de un diagnóstico y tratamiento por un problema en los pies, el especialista ofrecerá al paciente una atención individualizada ofreciéndole soluciones adaptadas a su problema en particular.

Lo primero que hará el podólogo es un diagnóstico mediante una evaluación de los pies del paciente. De esta forma podrá entender mejor el problema de salud y conocer la gravedad del estado del paciente.

Tras la evaluación, el podólogo ofrecerá un tratamiento adecuado teniendo en cuenta el estado de salud de los pies del paciente, tras haber realizado diferentes pruebas que le permitan conocer en profundidad el nivel de gravedad del problema, si lo hubiera.

En caso de ser necesaria la cirugía podológica, el especialista ofrecerá unas recomendaciones y ayudará al paciente a prepararse para la cirugía.

Este tipo de intervenciones suelen ser de mínima incisión, por lo que se utilizará anestesia local y la operación suele ser ambulatoria.

Tras la intervención, el postoperatorio requerirá de reposo de unos días, evitar ejercicio extremo e intenso, el uso de zapatos adecuados y tomar analgésicos si existe dolor. Lo más importante en estos casos es seguir a rajatabla los consejos del podólogo para una recuperación exitosa.

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