Placas en la garganta antibioticos

Manchas blancas en la garganta sin fiebre

La amigdalitis (quinsy[8]) es la inflamación de las amígdalas en la parte superior de la garganta.[1][2] La amigdalitis es un tipo de faringitis que suele aparecer rápidamente (inicio rápido).[1][9] Los síntomas pueden incluir dolor de garganta, fiebre, agrandamiento de las amígdalas, problemas para tragar y ganglios linfáticos grandes alrededor del cuello.[1][2] Las complicaciones incluyen el absceso periamigdalino.[1][3]
La amigdalitis suele estar causada por una infección vírica y entre el 5% y el 40% de los casos está causada por una infección bacteriana[1][5][6] Cuando está causada por la bacteria estreptococo del grupo A, se denomina faringitis estreptocócica[10] En raras ocasiones, la causa pueden ser bacterias como Neisseria gonorrhoeae, Corynebacterium diphtheriae o Haemophilus influenzae. [5] Por lo general, la infección se propaga entre las personas a través del aire. 6] Un sistema de puntuación, como la puntuación de Centor, puede ayudar a separar las posibles causas. 1][5] La confirmación puede realizarse mediante un hisopo de garganta o una prueba rápida de estreptococos. 1][5]
El tratamiento consiste en mejorar los síntomas y disminuir las complicaciones[5]. El paracetamol (acetaminofeno) y el ibuprofeno pueden utilizarse para aliviar el dolor[1][5] Si la faringitis estreptocócica está presente, generalmente se recomienda el antibiótico penicilina por vía oral. [1][5] En aquellos que son alérgicos a la penicilina, pueden utilizarse cefalosporinas o macrólidos.[1][5] En los niños con episodios frecuentes de amigdalitis, la amigdalectomía disminuye modestamente el riesgo de futuros episodios.[11]

Cómo hacer que se caigan las piedras de las amígdalas

En cambio, el dolor de garganta causado por una faringitis bacteriana no va acompañado de esos síntomas. La faringitis bacteriana sólo suele provocar dolor de garganta, exudado («manchas blancas») en las amígdalas, inflamación de los ganglios linfáticos del cuello y fiebre.
La causa más preocupante de la faringitis bacteriana es el estreptococo del grupo A. Si un paciente da positivo en esta forma de estreptococo, es imprescindible tomar antibióticos.    Contrariamente a la creencia común, los antibióticos no son necesarios para la infección de garganta causada por los estreptococos; se administran porque, si no se tratan, los estreptococos del grupo A pueden extenderse a otras partes del cuerpo y causar daños en órganos vitales, como el corazón y los riñones.
Para determinar si los síntomas de un paciente justifican una prueba rápida de estreptococos, los médicos utilizan los criterios Centor, un sistema de puntuación de cuatro puntos que indica la probabilidad de una infección bacteriana. Los cuatro criterios son: 1) fiebre 2) exudado en las amígdalas 3) ganglios linfáticos inflamados en el cuello y 4) ausencia de tos. Si un paciente cumple estos criterios, se justifica una prueba de estreptococos.    Si un paciente no cumple estos criterios, la probabilidad de una infección bacteriana es baja, y no está indicada una prueba de estreptococos.

Pus en las amígdalas

«Durante toda la visita sentí que el personal se preocupaba de verdad. El doctor se tomó su tiempo para hablar conmigo sobre mis síntomas, y sentí que escuchó todas mis preocupaciones y lo tuvo en cuenta a la hora de recomendar el tratamiento adecuado. Gracias».
«Tuve que llevar a mi hijo por una infección de oído tras un cambio repentino de temperamento en la guardería. Él era inconsolable todo el viaje en coche, pero cuando llegamos allí y por el momento nos fuimos de este centro de atención que estaba de vuelta a su normal feliz ir suerte poco niño de dos años. Recomiendo encarecidamente PhysicianOne Urgent Care».
«Quería tomar un momento para agradecerles la atención que me dieron la semana pasada. Mi hijo se inició en los antibióticos y gotas para los oídos. En 24 horas comenzó a sentirse mejor. ¡El pobre niño había estado yendo al colegio llorando porque tenía miedo de perder más días, pero sintiéndose (y pareciendo) simplemente horrible! No ha podido ni pensar en los entrenamientos de lacrosse, pero gracias a que le empezaron a dar antibióticos, hoy ha vuelto encantado a los entrenamientos.»

Cálculos de amígdalas

La faringitis, o faringitis aguda, es una inflamación de la parte posterior de la garganta, también conocida como faringe. Esta afección suele provocar dolor y sensación de picor en la región de la garganta, así como dificultad para tragar[1].
La faringitis es una dolencia muy común, generalmente causada por una infección viral o, más raramente, por una infección bacteriana. En la mayoría de los casos, desaparece en una semana, aunque puede durar más tiempo. El tratamiento suele centrarse en el control de los síntomas. Sin embargo, pueden recetarse antibióticos para tratar la forma bacteriana de la enfermedad. Por lo general, se trata de una afección no grave, aunque en algunos casos puede causar síntomas severos o una infección grave.
La faringitis suele ser una afección temporal, que dura aproximadamente una semana. Sin embargo, en un pequeño número de casos, el dolor de garganta puede ser recurrente, convirtiéndose en una afección conocida como faringitis crónica. La forma crónica de la afección tiene varias causas posibles, como la infección persistente y el reflujo de ácido estomacal. Si la faringitis se prolonga durante semanas, es probable que se trate de una faringitis crónica y no aguda. El tabaquismo, el vapeo y la exposición a otras formas de humo, como el industrial o el de madera, pueden provocar un dolor de garganta crónico.

Comments are closed

Entradas recientes