▷ Pie ojo de gallo | Actualizado septiembre 2024

Patas de gallo al sonreír

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Hay muchas cosas que nos gustan de la evolución que se produce a medida que envejecemos: mejorar el cuidado personal, relajarse en relaciones emocionalmente maduras y, con suerte, lograr un poco más de seguridad financiera. Pero cuando se trata de las líneas de expresión y las arrugas (léase patas de gallo), una parte completamente natural del envejecimiento, nos gusta menos.
Las patas de gallo son las líneas de tracción perpendiculares alrededor de los ojos, concretamente donde los músculos se insertan en la piel. Están causadas por los movimientos faciales normales, como entrecerrar los ojos, reír y sonreír.
Tal vez sea porque a menudo se nos ha enseñado a luchar por una apariencia eternamente juvenil, lo cual, admitámoslo, puede ser problemático. A veces, la mejor manera de aceptar el envejecimiento es cuidarse a uno mismo -desde la dieta hasta la rutina de cuidado de la piel- y eso incluye conocer las medidas preventivas contra el envejecimiento e incluso los tratamientos, si te parecen adecuados.

Tratamiento de las patas de gallo

Dicen que los ojos son la ventana del alma, y también son un signo revelador de tus hábitos de vida, principalmente porque la piel que rodea los ojos es una de las más finas y delicadas del cuerpo. ¿Te cuesta dormir cada noche? Las ojeras y las bolsas empezarán a formarse bajo tus ojos. ¿Encuentras la alegría en casi todo? Tendrás esas molestas líneas de expresión en poco tiempo. Y no nos malinterprete, las líneas de expresión, o patas de gallo, son un signo de una vida bien vivida. Pero si quieres minimizar su aparición, la dermatóloga neoyorquina Joyce Davis te explica todo lo que necesitas saber.¿Qué son las patas de gallo? «Las patas de gallo son arrugas en el ángulo externo de los ojos. Se parecen a las patas de un cuervo, de ahí su nombre», explica Davis. Antes de que te asustes, las patas de gallo son normales. La cuestión es que, a medida que se envejece, la piel que rodea los ojos pierde su elasticidad y sus aceites naturales, lo que la hace más propensa a las arrugas. «Desarrollamos patas de gallo debido a la pérdida de colágeno y tejido elástico en nuestra piel. Esto ocurre de forma natural, con el envejecimiento. La formación de radicales libres por el sol y la contaminación puede empeorar los efectos. También las vemos debajo de los ojos como resultado de una sonrisa excesiva y de la contracción muscular», continúa. «A medida que envejecemos, las líneas se hacen más profundas y largas».

Cómo prevenir las patas de gallo

Sin embargo, como siempre existen dudas sobre si los resultados in vitro son también transferibles a la piel humana real, estamos especialmente orgullosos de que desde la primera prueba in vivo (prueba realizada en voluntarios) publicada por el Dr. Antonio Ferrer-Montiel, de la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante), España, en 2002, hayamos conseguido demostrar la capacidad de Argireline para relajar realmente las líneas de expresión humanas y reducir claramente la profundidad de las patas de gallo (arrugas en las esquinas de los ojos), por ejemplo. Este proceso implicó una serie de pruebas in vivo utilizando diferentes fórmulas y, por supuesto, también un placebo. botarin.com

Patas de gallo a los 20 años

Un día nos miramos en el espejo con un rostro liso. Luego, antes de darnos cuenta, nos miramos en el espejo y tenemos las patas de gallo mirándonos fijamente. Nos damos cuenta de que estamos envejeciendo. Los dermatólogos del Instituto de Dermatología y Cirugía de Mohs quieren ayudarle a preparar su piel para evitar que aparezcan las patas de gallo y enseñarle cómo deshacerse de ellas si aparecen.
Muchos asumen que las patas de gallo son otro nombre para las arrugas porque tienen una apariencia similar. Aunque las arrugas son un signo de envejecimiento al igual que las patas de gallo, las arrugas pueden aparecer en cualquier parte de la cara, mientras que las patas de gallo aparecen en la piel cerca de las esquinas del ojo. Además, son más profundas que las arrugas. Las patas de gallo suelen aparecer por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV). Pasar demasiado tiempo al sol o en una cama de bronceado puede provocar una pérdida de colágeno y elasticidad en el rostro. Las patas de gallo se forman entonces cuando la piel empieza a aflojarse con el tiempo. Pueden aparecer tanto en hombres como en mujeres a partir de los 20 años. Aunque no existe una solución para evitar completamente su aparición, hay formas de reducir la gravedad de su aspecto.