Vida de san isidro

fiesta de san isidro

Los demás labradores pensaban que Isidoro era un vago y les causaba trabajo extra. Al igual que ellos, Isidoro era un jornalero en una rica finca de Madrid, España, hace unos mil años. Como Isidoro se tomaba su tiempo para ir a misa antes de venir a trabajar, los otros labradores pensaban que estaban haciendo parte de su parte del trabajo. Eso no les gustaba. Pero no sabían que Isidoro tenía una ayuda extra, ¡pero no eran ellos!
Después de oír a sus labradores quejarse de este trabajador que rezaba, el propietario de las tierras, Juan de Vargas, fue a ver de qué se trataba el problema. Para su sorpresa, vio a dos ángeles guiando el arado. Si los ángeles no hacían todo el arado en ausencia de Isidoro, se ponían a su lado y araban junto a él. De este modo, Isidoro hizo más del doble del trabajo que podría haber hecho solo, y mientras estaba en misa, su trabajo también se hacía. Juan creyó en el milagro que vio, y llegó a ver más en su vida. Creía que Isidro había salvado la vida de su hija. También creía que Isidoro había salvado la vida de un caballo muy importante para la agricultura.

agustín de hipona

El verdadero nombre de San Isidro el Campesino era Isidro de Merlo y Quintanais. También fue conocido como Isidro el Campesino, Isidro Bonden, Isidro de Madrid, Isidro el Labrador, Isidro Labrador o Isidro el Trabajador. Nació en 1070 en Madrid, Castilla, y murió el 15 de mayo de 1130 por causas naturales.
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Era muy generoso y compartía con los pobres lo que tenía, incluida su comida. Esto hizo que su jefe, Juan de Vargas, lo elevara al cargo de alguacil de toda su hacienda de la Baja Caramanca.
Su hijo murió más tarde en su juventud. Isidoro y María vieron como Dios no quería que tuvieran hijos y por ello hicieron voto de abstinencia sexual, vivieron en casas separadas pero castamente durante el resto de sus vidas, haciendo buenas obras.

antonio de padua

San Isidro nació en Madrid, España, en la segunda mitad del siglo XII. Durante la mayor parte de su vida trabajó como obrero en una granja a las afueras de la ciudad. Su trabajo de toda la vida en el campo estuvo acompañado de muchos sucesos maravillosos, que continuaron mucho después de su santa muerte. Fue favorecido con visiones celestiales y, se dice, los ángeles a veces le ayudaban en su trabajo en el campo. San Isidro fue canonizado en 1622.
Oración : Dios, por la intercesión de San Isidro, el santo Agricultor, haz que superemos todo sentimiento de orgullo. Que, por sus méritos y su ejemplo, te sirvamos siempre con la humildad que te agrada.

tomás de aquino

Sería maravilloso ver en una iglesia una estatua de mármol de una enfermera tomando la tensión a un paciente. Sería edificante ver en las brillantes vidrieras de una basílica a un ama de casa de pie, fatigada, ante la tabla de planchar, pasando la plancha por las camisas de sus hijos. Y sería maravilloso contemplar con admiración un cuadro bien ejecutado de un obrero de una fábrica dando forma a una pieza de metal con un martillo. Imagina que el arte católico presentara estas escenas mundanas para su contemplación en nuestras iglesias, capillas y santuarios. Imaginemos que nos arrodilláramos ante un banco de velas encendidas y reflexionáramos sobre el heroísmo cotidiano de la vocación laica. Podríamos encender una pequeña vela, dar un paso atrás, cruzar las manos, hacer una pausa en silencio, mirar al laico con traje en su escritorio en el mosaico que tenemos delante, y susurrar una oración pidiendo su intercesión divina para que nos ayude a ser una enfermera más caritativa, un ama de casa más dedicada o un trabajador más honesto.
San Isidro era español y recibió su nombre en honor a San Isidro de Sevilla, erudito, obispo y padre de la Iglesia que vivió en los siglos VI y VII. Los dos Isidores no pueden ser más diferentes. El San Isidoro de hoy es conocido en español como «Labrador» o «el labrador». No era un erudito y probablemente tenía problemas para leer. No fue ordenado a las Sagradas Órdenes, sino que estuvo casado y fue padre. Seguramente tenía callos en las manos, el cuello rojo y curtido por el sol, y la espalda dolorida y torcida durante casi toda su vida. Se ganó lo poco que tenía. Nadie se lo regaló. No puso comida en la mesa de su familia generando grandes pensamientos o publicando libros profundos. Y debido al cansancio probablemente no tuvo problemas para dormir por la noche.

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