Al buscar una cerradura, es importante tener en cuenta varios aspectos para garantizar la seguridad del hogar o negocio. Un buen profesional es la persona mejor indicada para ayudar en la decisión.
No es algo en lo que se piense a menudo, pero la mayoría de cerraduras que existen en la actualidad son vulnerables a técnicas de robo muy utilizadas por los ladrones. Es un detalle que no busca alarmar, sino concienciar acerca de la importancia de escoger una cerradura de calidad que proteja las puertas de una vivienda o un negocio.
Como expertos en la materia, los cerrajeros profesionales son los más indicados para orientar acerca de este asunto, y en cerrajeros-urgentes quieren dar algunas pautas para tomar la mejor decisión.
Priorizar la seguridad con cerraduras de alta resistencia
Las cerraduras de seguridad son fundamentales para proteger una propiedad, por lo que hay que buscar los modelos que cumplan con unos estándares de calidad y resistencia. Por ejemplo, las cerraduras con certificación anti-bumping o a prueba de ganzúas y taladros proporcionan una protección adicional contra estas técnicas de robo habituales.
Considerar el entorno y el uso
Al elegir una cerradura, es importante considerar el entorno en el que se va a instalar y el uso que se le dará. Las cerraduras exteriores deben ser resistentes a la intemperie y el desgaste, mientras que las interiores que tienen mecanismos de privacidad pueden ser la mejor opción.
Marcas reconocidas y garantía de calidad
Aunque no es algo determinante, las marcas reconocidas en el mercado de la seguridad son las más recomendables porque ofrecen productos probados y con garantía de calidad. Algunas de estas formas incluso proporcionan asesoramiento personalizado para elegir la cerradura más adecuada para cada necesidad específica.
Tipos de cerraduras
Existen diferentes tipos de cerraduras según el mecanismo que se utiliza para abrir y cerrar la puerta. Los más comunes son:
- Cerraduras de cilindro. Son las más habituales, y se abren con una llave que acciona un cilindro o bombín. Dentro del cilindro hay unos pistones o pernos que se alinean con la llave y permiten el giro de la misma. Hay varios tipos de cilindros, como los de perfil europeo, los de perfil redondo o los de doble embrague.
- Cerraduras de sobreponer. Se colocan encima de la puerta, sin empotrarlas. Suelen tener un aspecto antiguo y se abren con una llave de paleta o de gorja. Son menos seguras que las de cilindro, ya que se pueden forzar con facilidad, por lo que se suelen usar como cerradura adicional para complementar la principal.
- Cerraduras multipunto. Tienen varios puntos de anclaje en la puerta, lo que las hace más resistentes a los intentos de apalancamiento o de rotura. Suelen tener un cilindro de perfil europeo y se abren con una llave de serreta o de puntos. Son más caras que las de cilindro, pero también más seguras.
- Cerraduras electrónicas. Se abren con un código numérico, una tarjeta, una huella dactilar o un mando a distancia. No necesitan llave física, lo que las hace más cómodas y prácticas. No obstante, necesitan una fuente de alimentación, ya sea una batería o una conexión eléctrica, y pueden fallar por problemas técnicos o por manipulación.
Una elección importante
Escoger una cerradura de buena calidad es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Se deben tener en cuenta diversos factores como el nivel de seguridad, el grado de resistencia e incluso el presupuesto. La labor de un profesional cerrajero, además de abrir puertas en caso de emergencia, incluye consejos como los anteriores para garantizar la seguridad al máximo nivel.
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